Astinor 840 Flyingbridge

22 Mar 2022

Astinor 840 Flyingbridge

Listado en ARCHIVO DE PRUEBAS

El astillero gallego Astinor continúa la ampliación de su exitosa gama con el nuevo modelo 840 Fly, una walkaround en la que se han introducido una serie de interesantes soluciones, tanto técnicas como de distribución.
 
Limitando esloras
Parece que las medidas de la nueva 840 han sido determinadas por una cuestión de espacio, con las cuales se ha intentado ofrecer la distribución y comodidades propias de embarcaciones de mayor eslora, en un tamaño reducido que permita contar con un precio ajustado y una navegación muy sencilla.
El astillero no se ha apartado mucho de las líneas características del resto de modelos, incorporando a esta unidad una cubierta walkaround, que permite transitar cómodamente alrededor de la cabina para llegar a una proa que queda ocupada por una buena superficie situada sobre cubierta, muy práctica como solarium, aunque algo limitada para sentarnos a pescar al contar con unos robustos pasamanos.
La zona de fondeo se compone de un estilizado botalón, con roldana incorporada, cofre y molinete eléctrico vertical.
Cabe destacar que esta embarcación ha sido realizada sobre unas líneas de carena similares a las de la 740, a la que se ha dotado de mayor manga alargando la cabina hacia la parte posterior, con lo que se ha ganado habitabilidad interior y cubierta en proa.
La plataforma es igualmente integrada, con los característicos escalones laterales sobre los que van montadas las tomas de combustible.
La bañera ha quedado un poco más reducida, aunque manteniendo un gran espacio disponible, indispensable para las necesidades del pescador, disponiendo de arcón extraíble opcional, guanteras laterales, ducha de agua dulce y unos buenos imbornales de desagüe.
Aunque existe una versión hardtop, la embarcación que estuvimos probando disponía de un flyingbridge bien solucionado que se adapta correctamente a las líneas de cubierta, sin parecer excesivamente alto.
En el fly, al que se accede por medio de una escalera de inox-teca, encontramos una distribución muy sencilla, con consola central, espacio aprovechable como eventual solárium o, incluso, para la estiba de la balsa salvavidas y un asiento doble que, en nuestra opinión, podría ser un poco más reducido para facilitar el paso.
 
Crucero detallista
Es destacable la cantidad de acabados de madera con los que cuenta esta embarcación, aumentando la sensación de confort de un salón en el que la luminosidad es la nota dominante.
A estribor dispone de un mueble-cocina con fregadero, fogones y nevera, mientras que en la banda contraria se sitúa una dinette transformable en cama individual, compuesta por mesa abatible y dos asientos.
El asiento del piloto se encuentra sobre un armario, enfrentado a una sencilla consola, con reposapiés y espacio sobre la repisa para la instalación de electrónica opcional, parte de la cual se puede colocar en un perfil situado en el techo, sumamente práctico para evitar los reflejos en las pantallas de los instrumentos.
Una puerta de madera separa la parte inferior de la cabina, reservada a la zona de descanso, compuesta por baño independiente con inodoro y escotilla de ventilación, pero sin ducha, una gran cama doble con la parte central desmontable y armario con superficie de trabajo.
Se ha solucionado bastante bien el acceso a los motores, levantando con cierta facilidad gran parte del suelo del salón superior, con lo que podemos trabajar sobre ellos sin problemas.
 
Crucero en evolución
Es significativo el resultado obtenido por la carena, en la que se ha conseguido una mejora de la estabilidad al aumentar la manga, apreciando que, después de unas pruebas, el astillero le ha dotado además de unos suplementos laterales en la parte inferior de la plataforma de baño con los que parece mejorar la navegabilidad.
El astillero admite diversas motorizaciones, tanto simples como dobles, desde los 110 H.P. hasta los 170 H.P. por motor, todas ellas diesel y de transmisión por eje.
Para la prueba contamos con dos motores Yanmar de 140 H.P., con los que registramos una velocidad máxima de 26 nudos, destacando una buena aceleración ante la acción de los turbos con intercooler.
La velocidad de crucero es más que correcta, situándose sobre los 21 nudos a 3.000 r.p.m., con lo que se puede contar con una buena autonomía a la hora de programar largas jornadas de pesca. Incluso el ralentí, de 2,5 nudos, puede considerarse adecuado para la pesca de curri de fondo, sin necesidad de engranar solo un motor.
Desde el flyingbridge disponemos de un buen control de toda la embarcación, con un balanceo mínimo y sensación de comodidad a la hora de enfrentarse a las olas.
 
Mi opinión
En sí, la Astinor 840 Flyingbridge resulta una lógica evolución de la gama desarrollada por el astillero, habiendo conseguido una embarcación a la que se ha dotado de un confort superior respecto a sus otros modelos, mediante un buen aprovechamiento de los interiores y la inclusión de madera de teca, tanto en cabina como en bañera, aunque esta última de manera opcional.
Las prestaciones son destacadas, especialmente en cuanto a aceleraciones se refiere, con unos giros bastante cerrados y buen paso de ola.
De la estabilidad podemos decir que es buena en parado, incluso situados en el flyingbridge, aunque siempre teniendo en cuenta que nos encontramos en una embarcación de menos de 9 metros de eslora.
Vale la pena destacar que estuvimos probando una de las primeras unidades realizadas por el astillero, en la que ya apreciamos un buen nivel de acabados, aunque será interesante ver evolucionar en posteriores entregas algunos detalles de terminación y aislamiento que, como en todas las embarcaciones, siempre son mejorables.
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